Esta mirada de la violencia como problema privado da origen a un conjunto de construcciones sociales, de percepciones que distorsionan la realidad, la justifican y encubren perpetuando la violencia ejercida contra las mujeres y dificultando el desarrollo de las mismas.
El estudio explora en las percepciones sociales que las y los adolescentes y jóvenes tiene sobre los mitos y prejuicios relacionados con la violencia de género. Recoge sus posiciones, opiniones y pareceres, sobre aquellos mitos, prejuicios, creencias o estereotipos considerados más representativos.
El estudio denominado: da cuenta de que la violencia de género contra las mujeres está teñida, aún en nuestros días, de todo un velo que la “invisibiliza”, la estigmatiza y que la confina al ámbito privado.
Esta mirada de la violencia como problema privado da origen a un conjunto de construcciones sociales, de percepciones que distorsionan la realidad, la justifican y encubren perpetuando la violencia ejercida contra las mujeres y dificultando el desarrollo de las mismas.
Las percepciones sociales y creencias identificados en estudio sobre la violencia de género, forman parte del aprendizaje colectivo que se transmite de generación en generación a través de “mitos, estereotipos o prejuicios”, muchos de los cuales se encuentran reflejados en la música, la literatura, los medios, y en nuestra cultura.
Los mitos justificadores de la violencia de género son los que tienen más alta calificación; un 28% aprueba creencias como, “los hombres maltratan a su pareja o ex pareja porque son enfermos mentales, o porque consumen alcohol y drogas, o están estresados, o porque de niños fueron maltratados. Además, los hombres celan a su pareja porque las quieren o cuidan. Un 51% rechaza esas afirmaciones y creencias.
Estudio realizado por encargo de Sepec, recoge las opiniones de adolescentes y jóvenes de dos congregaciones luteranas de Lima. Estuvo a cargo de la investigadora Zoila Cabrera y se realizó en el marco del proyecto: “Tejiendo redes con jóvenes líderes de la iglesia para prevenir la violencia de género y los efectos postraumáticos del Covid-19”.